Dilma Rousseff sobre Mujica: "Perdí un gran amigo, un compañero de causas e ideas progresistas, pero gané hermosos recuerdos" c166p

La exmandataria, que recibió la noticia del fallecimiento de Mujica cuando estaba en China junto al presidente Lula da Silva, dijo “su partida lastimó a todos los que lo iraban”. “El guerrero descansó, pero su legado nunca morirá”, apuntó.

Consultada sobre la figura de Lucía Topolansky y el mensaje que le quisiera dejar a la distancia, Rousseff dijo que Mujica “tuvo mucha suerte” de tenerla como “compañera de vida, de lucha y de felicidad”.

A continuación, las preguntas y respuestas intercambiadas por correo electrónico con Dilma Rosseff:

¿Quién fue José Mujica para usted?

Don Pepe fue para mí un ejemplo a seguir, un hermano de luchas y buenas causas y un compañero que siempre he irado. Fue importante en la lucha del pueblo brasileño por la democracia, por el Estado de derecho y por la defensa de la libertad de Lula, nuestro mayor líder popular. Nunca nos negó apoyo y solidaridad y visitó a Lula cuando estaba injustamente encarcelado. Fue una presencia fundamental.

¿Qué importancia tuvo y tendrá para América Latina?

Don Pepe Mujica fue uno de los grandes líderes de la historia de América Latina, un ejemplo para todos nosotros y referencia de valentía y dignidad. Sus pasos a lo largo de toda una vida de resistencia y construcción política, iluminaron nuestro continente y dejan marcas de grandeza que nunca serán olvidadas. Los latinoamericanos tenemos una eterna deuda de gratitud con Pepe Mujica. Su valiente presencia, sus sabias palabras, ayudaron al pueblo uruguayo y al pueblo de nuestro continente a resistir a las fuerzas que hacen el mundo violento e injusto. La historia de vida de Mujica nos enseñó a construir nuevos caminos, a luchar por los pueblos de nuestra América Latina, a fin de construir una región desarrollada, inclusiva y pacífica.

¿Qué características de Mujica cree que lo transformaron en la personalidad que fue?

Mujica fue sabiduría y generosidad en cada gesto. Inconformista, dedicó su vida al esfuerzo de construir un mundo justo para todos, especialmente para los oprimidos. Como nunca transigió en sus principios, fue amado por el pueblo uruguayo, irado por los latinoamericanos, respetado por el mundo. Se mantuvo fiel a sus ideas, que defendió con firmeza y dulzura. Por su sencillez, fue un ejemplo de austeridad, modestia y desapego de las riquezas materiales.

Era un luchador indomable. Enfrentó con valentía a la dictadura militar, que lo mantuvo en prisión durante años y años. Lo intentaron, pero no lo doblaron. Resistió, sobrevivió, ayudó a derrocar la dictadura y, a través de su enorme capacidad de conciliación, reconstruyó el país que había sido destruido por la violencia política y militar.

¿Cómo recibió la noticia de su fallecimiento?

La valentía de Mujica y su apego a la verdad nos hicieron saber por él mismo que su destino estaba sellado y que había renunciado a seguir con una vida a cualquier precio y mucho sufrimiento. Con honestidad y enorme coraje llegó a decir que “el guerrero tiene derecho al descanso”. La noticia de su partida lastimó a todos los que lo iraban. El guerrero descansó, pero su legado nunca morirá.

¿Qué mensaje enviaría a Lucía Topolansky y al pueblo uruguayo en este momento?

El pueblo uruguayo debe estar para siempre muy orgulloso de Pepe Mujica, así como de su compañera de vida, Lucía Topolansky, mano fuerte y amiga hasta el último momento. Gostaria de decir: Querida Lucía, usted vivió con un hombre que es símbolo de lucha, resistencia a la opresión, solidaridad y grandeza personal. Y Mujica tuvo mucha suerte por ter en usted una compañera de vida, de lucha y de felicidad. Ustedes fueram de las más armoniosas parejas y fue un placer convivir con dos seres humanos que merecían vivir juntos para siempre. En ese momento de dolor, te abrazo fuertemente. El legado de amor, por la vida y las personas de Don Pepe permanecerá con nosotros. No será olvidado. Perdí un gran amigo, un compañero de causas e ideas progresistas, pero gané hermosos recuerdos, que permanecerán en mi corazón. Esperamos hacer justicia al brillo producido por su existencia durante su vida entre nosotros. Los caminos que recorrió nunca volverán a ser los mismos, porque él los iluminó. Repito una frase que leí en un sencillo cartel que un hombre del pueblo sostuvo en su funeral: “Vete en paz, querido viejo”.