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LOS DETENIDOS DICEN NO RECORDAR QUÉ PASÓ

El asesinato de la niña Sheila en Argentina, un misterio que pone la lupa sobre sus dos familias

¿Un crimen de connotaciones sexuales? ¿Una lucha entre allegados paternos y maternos de la víctima? ¿Una deuda de drogas?
Clarín

El asesinato de Sheila Ayala, de 10 años, ejecutado por sus tíos -que dicen no recordar cómo sucedió- genera conmoción y polémica en Argentina.

La víctima estuvo desaparecida durante cuatro días hasta que su cádaver fue encontrado en un hueco entre dos muros a escasos metros de la ventana del apartamento de Leonela Ayala y Fabián González ubicado en un segundo piso.

Sheila y sus tíos eran cercanos. De hecho vivían en el mismo complejo habitacional de san Miguel a escasos metros y era normal que la niña circulara entre las casas familiares.

Ni Leonela -hermana del padre de Sheila- ni Fabián recuerdan cómo mataron a la menor. Dicen haber estado alcoholizados y drogados. "No sabemos qué pasó".

La Policía no les cree dada la forma en que se deshicieron del cuerpo, lo cual requirió cierta pericia para arrojarlo desde 6 metros de altura.

Detrás el hecho hay un crimen de connotaciones sexuales, dicen lo investigadores. De todos modos hay que esperar el resultado de la autopsia.

La Poliía encontró en la vivienda del matrimonio el posible escenario del crimen. allí se encontró un colchón sucio sobre el que había una muñeca de "Hello Kitty", y bolsas similares a las que envolvían el cuerpo de Sheila, además de cintas.

Allí encontraron la sábana con la que habrían estrangulado a la niña.

Como ha ocurrido en otros casos, Ayala y González participaron activamente de la búsqueda. Las cámaras de TV ven a Leonela y la madre de Sheila abrazadas llorando cuando alguien informó, por error, que la menor había aparecido muerta.

La información no era cierta y la tía lo sabía por obvios motivos, pero la catarsis de llanto fue registrada en directo por los informativos y hoy es parte del insumo del caso.

González, de 24 años, nació en Encarnación, Paraguay. Tiene un antecendente penal de 2013 por robo agravado.

Por su parte, Ayala está embarazada.

Sheila ayudaba a su mamá con sus hermanitos, iba a una iglesia evangélica y también a clases de baile. Uno de sus sueños era llegar a ser bailarina.

Desde el principio hubo cruces entre las dos familias, la del padre y la de la madre de Sheila. Mientras la mamá de la nena decía que el papá sabía quién se la había llevado, otro tío de Sheila, Martín, apuntó a una pista sobre "una deuda por drogas" y a un conocido de la madre.

"La familia del padre salió a decir que estaba cuidando a la nena pero recién el jueves tuvo tenencia y el domingo ya estaba desaparecida. Demoraron seis horas en avisar a la familia materna", dijo Roberto Benítez, un familiar de Yanina, la madre de Sheila Ayala

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