El presidente Luis Lacalle Pou reiteró este viernes la postura del gobierno uruguayo de flexibilización y modernización del MERCOSUR, y de apertura al mundo.
Lacalle reiteró vocación de pertenecer al Mercosur pero "con un futuro próximo un poco distinto"
El mandatario lamentó que la 59ª cumbre del bloque regional se realice de forma virtual y que no haya sido presencial. Lacalle Pou comenzó su discurso agradeciendo al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que participó en su última cumbre, por la generosidad de su gobierno para la llegada de las vacunas contra el Covid-19.
Consideró que ha sido un buen semestre para el MERCOSUR y destacó la interconexión física a través de las fronteras y la navegabilidad, y puso como ejemplo, los avances entre Uruguay y Argentina en la futura construcción del puente entre Bella Unión y Monte Caseros, y con Brasil en la Hidrovía de las Lagunas.
En cuanto a las fronteras, destacó el trabajo coordinado de la Cancillería uruguaya con Argentina y Brasil para la reapertura, cuidando la salud de las personas.
“La otra parte buena de este semestre es el sinceramiento”, dijo Lacalle Pou. Afirmó que el proceso de modernización del bloque regional no satisfizo la totalidad de los intereses de Uruguay.
“Todos sabemos hacia dónde vamos. Todos sabemos cuáles son los intereses. Todos sabemos y hemos demostrado que tenemos vocación de pertenecer al MERCOSUR, quizá con un futuro próximo un poco distinto, pero es allí donde tenemos que seguir tratando de hablar”, sostuvo.
Lacalle Pou suscribió las palabras del presidente brasileño Jair Bolsonaro sobre “prosperidad” y “libertad”. Indicó que eso genera tensiones con los intereses nacionales y apostó a llegar a un punto intermedio para que todos se sientan satisfechos.
Reiteró que está convencido que ese es el camino a seguir. “Somos optimistas. El mundo necesita nuestros productos, de la inteligencia de nuestros compatriotas. El mundo está ávido de mirar a esta región del mundo”, afirmó.
A su turno, el presidente argentino Alberto Fernández, aseguró que “la vecindad es una condición natural que se convierte en una ventaja comparativa cuando se le agrega el valor del esfuerzo conjunto de la construcción permanente, de confianza, de proyectos comunes”.
“No hay futuro para países ermitaños. No hay espacio para Estados que se cierren en sí mismos, ni para quienes subestimen el riesgo de emprender aventuras en soledad”, afirmó.
“Nadie de salva solo como diría el papa Francisco”, indicó Fernández. Apostó por “un MERCOSUR sólido”.
“Tenemos mayor capacidad de negociación colectiva con el resto del mundo. La clave es conseguir aperturas de mercados relevantes sin asumir obligaciones imposibles de cumplir. Es esto lo que nos exige una visión comercial integrada y una capacidad de coordinación para atender a cada uno de nuestros intereses nacionales”, agregó.
“Vemos el desarrollo de los demás socios como nuestro desarrollo, pero no solamente por generosidad”, dijo. “El crecimiento de uno siempre ha favorecido el crecimiento del resto”, acotó.
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