El dictamen de la fiscal Patricia Rodríguez deja entrever que la cocaína incautada en Francia fue cargada en Uruguay, en un jet privado que partió del aeropuerto de Carrasco el 15 de mayo, en una operación que duró dos días y para la que utilizaron 39 valijas.
Los detalles de la operación narco que sacó 600 kilos de cocaína en 39 valijas
En este tráfico de 600 kilos de cocaína participaron 10 extranjeros de nacionalidad checa y croata, y tres uruguayos fueron imputados por este caso.
El 13 de mayo a las 23:51l horas legó el avión al aeropuerto en un vuelo privado de Businessair.
Bajaron 22 valijas que dieron la impresión de tener “poco peso, por la facilidad con las que fueron manipuladas”, señala el dictamen fiscal en base a grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto.
Algunas de estas valijas fueron abiertas y revisadas con el escáner. Eran 11 de tamaño grande; ocho medianas y tres mochilas.
Los extranjeros que llegaron en ese vuelo estuvieron dos días en Montevideo, alojados en el hotel Sofitel de Carrasco. Se movieron en camionetas con las valijas “livianas”.
El 15 de mayo volvieron al aeropuerto, pero ahora con 39 valijas que “por la forma en que son manipuladas” tenían “un peso mayor al de la llegada”, dice en el dictamen.
El nuevo equipaje de salida estaba compuesto por 22 valijas grandes, 14 medianas y 3 mochilas.
Dos de las maletas fueron puestas en la cabina del avión, el resto en la bodega. Por el peso de las valijas el movimiento fue dificultoso, destaca la fiscal.
Según señala Patricia Rodríguez en su dictamen ante la Justicia, “el burdo acondicionamiento de la sustancia incautada en Europa, el que se encontraba en ladrillos visibles, apenas cubiertos por prendas de vestir, da cuenta de que sería por demás difícil no advertir su presencia en la revisación correspondiente” con el escáner.
Dos de los uruguayos detenidos: un funcionario de la Fuerza Aérea y un policía de Interpol, fueron imputados de un delito de cohecho y exportación de estupefacientes y enviados a prisión de forma preventiva mientras avanza la investigación.
El oficial de Interpol confesó que le pagó 30.000 dólares al militar para que “hiciera la vista gorda” y no mirara el escáner al momento de pasar las 39 valijas con droga en el momento de la partida del jet privado.
Una mujer, ex pareja del militar de la Fuerza Aérea, fue imputada de un delito de receptación y tiene arresto domiciliario.
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