Este proyecto fue una idea original de un guionista y realizador hindú que en ese entonces tenía 29 años, cuando sedujo con su historia a los productores Kathleen Kennedy y Frank Marshall, conocidos por trabajar con Steven Spielberg.
Era una trama con un misterio oculto, eludiendo trampas y efectismos. “Sexto sentido” hablaba de un psicólogo de niños con problemas afectivos (Bruce Willis) que atendía a un chico de diez años (Haley Joel Osment), quien desde que tenía uso de razón es visitado por fantasmas y vive asustado de todo, hasta que comienza a confiar en el psicólogo.
El tema mantiene en vilo al espectador hasta conducirlo a un final que tiene sus sorpresas.
Osment logró un poder de comunicación muy espontáneo y sorprendente. Desde ese momento el chico tuvo un promisorio futuro, interviniendo en producciones importantes, entre ellas “Inteligencia artificial” de Spielberg. A los 20 años debutó en teatro en Broadway. Hoy tiene 31 y su imagen ha cambiado, ganando unos kilos de más.
En el caso del cineasta Shyamalan, luego del éxito de taquilla de “Sexto sentido” pudo concretar otros proyectos bastante exitosos como “El protegido”, “La aldea” y “Señales”. Logró variar el cine de suspenso y abrió un camino en este género diferente, introduciendo en sus guiones el factor sorpresa.
Lo curioso de esta historia es que en 1999 Shyamalan la presentó al gerente de Disney, quien pagó tres millones de dólares solo por el guion, sin consultar con sus superiores, lo que provocó su despido. Aún así, la producción siguió adelante con el cineasta, logrando luego superar en taquilla los 680 millones de dólares.
Dos décadas después “Sexto sentido” sigue sumando espectadores gracias a las plataformas digitales.
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